Dicen que algunos exageran los encantos de su tierra con el único objetivo de atraer visitantes. No seré yo quien apruebe o critique esta práctica, pero si diré, alto y claro, que no es mi caso.
Con frecuencia, este guardián etéreo habla del microclima de Puebla de Valles. Muchos no acaban de creérselo, pero puedo demostrarlo.
¿Cómo explicar si no, estas imágenes del día 1 de noviembre, después de las heladas de finales de octubre?
La malva en flor, el membrillero cargado de frutos y el racimo de uvas (con avispa incluida) colgando de la parra …
… son solo un ejemplo. Tengo más, pero los contaré en otro momento.
Lar-ami