Hay algunas pistas que en otoño presentan un aspecto cambiante y delicioso que invita a perderse. Como el camino de la Huelga en Puebla de Valles.
Pocos visitantes penetran en este bosque de ribera, autóctono, a orillas del Jarama. Por desconocido o por su falta de señalización.
Quizás por esto los sonidos que se perciben sepan mejor: el desliz del río, el canto de los pájaros, el salto de mirlas y zoritas entre el follaje, el correr de los corzos ente la maleza, …
Los olores a humedad, a otoño, a vida, … acompañan al visitante, mientras atraviesa un mundo de colores. ¡Para disfrutarlo sin prisas!
Lar-ami