Esta franja de terreno, de apenas 200 metros de ancho, situada a orillas del río Jarama entre la Huelga del Molino y el Calvo, pasa por ser la tierra más fértil de Puebla de Valles y de La Ribera.
La Cespedera siempre gozó de abundante agua (se sigue regando al pie), antes con el regadío y ahora con la reguera, que fluye todo el verano. Tradicionalmente estuvo reservada para los cultivos más delicados: frutales (ciruelos, manzanos, perales, membrilleros, nogales,… ) viñas y huertos.
Su ubicación alejada del pueblo (1 hora andando) y la despoblación han hecho que más de la mitad de la tierra esté en barbecho. Las viñas asilvestradas se entremezclan con las zarzas y el agua regresa al Jarama tras encharcar el terreno y crear juncales donde nunca hubo.
Pero los huertos subsisten, a pesar los ataques indiscriminados de los animales (corzos, jabalíes, zorros, topos, tejones y pájaros de todo tipo). El trabajo ordenado y metódico a la vieja usanza de los hortelanos, se refleja en imágenes tan hermosas como estas.
Lar-ami
2 respuestas a “La Cespedera”
Bonitos huertos siguen cultivandose
La calidad de sus producto rivaliza con su estética. Saludos