El amanecer en Puebla de Valles es muy hermoso. La salida del sol entre los pinos resulta espectacular. Los trinos de aviones y golondrinas despiertan la mañana.
Un paseo aprovechando el fresco, en estos días de verano en los que no abunda, se agradece. Doblemente. Porque a estas horas la vida florece y se hace visible al caminante:
- Los corzos pastan junto a lindes y morrones que se mantiene verdes
- Los buitres toman el sol en los riscos del cañón del Jarama
- A la vuelta, cuando se calientan , vuelan en círculo
- La jabalina con sus rayones cruza la vereda en busca de agua.
- Perdiz y perdigones corren asustados por las pisadas.
Y hasta la luminosidad del día resalta los contrastes. Para madrugá, la de La Ribera (con perdón de los sevillanos).
Lar-ami