La reguera


Cuando se diseñó el Plan de regadío de Puebla de Valles en los sesenta, se construyó una reguera de tierra que llevaba el agua por su pie desde el Jarama (a la altura de El Rubial), hasta la casa de los motores, tras recorrer quinientos metros.

Tras el fracaso del plan, la reguera se rediseñó desviándola hacia la chopera y prolongando su trayecto a través del bosque de ribera, paralelo al cauce del río. Así recorre más de 3 kilómetros, llevando el agua por efecto de la gravedad (sin bomba) a los huertos de El Calvo y la Cespedera; la sobrante vuelve al río. Una solución sencilla y barata, a la par que eficaz.

Se utiliza el sistema de riego tradicional, al pié, con tornas, surcos y tablas. Como la reguera corre siempre y hay pocos huertos, los vecinos se ponen enseguida de acuerdo en el uso del agua. Aquí se cultivan, además de verduras y hortaliza, frutales variados: manzanos, ciruelos, membrilleros, perales,  cerezos,…

Cada año los vecinos limpian la reguera de maleza y ramas secas, manteniéndola expedita. Tan lustrosa y bien parecida que tiene hasta puente  (de troncos para el paso de coches).

Lar-ami


2 respuestas a “La reguera”

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