Con una extensión de 15 kms y una orientación Norte-Sur, es el karst de La Ribera más conocido, gracias al trabajo de los expertos que acuden con asiduidad (desde 1.969). Su interés radica en la variedad de formas, tamaños y colores de rocas y cavidades. Ello se debe a su ubicación (entre las cuencas del Jarama y del Sorbe) y a que se formó en periodos diferentes.
Sabemos que el proceso comenzó en el Plioceno inferior, seguido de episodios de relleno en el Pleistoceno inferior y la posterior reactivación del karst. Durante el Óptimo Climático del Holoceno (8.000 -5.000 a.c.) se produjo la formación de espeleotemas. Hoy se considera un karst fósil.
La diversidad de simas, cuevas, abrigos, refugios, galerías, arcos, torcas, dolinas y formas caprichosas del área más cercana a la ermita de los Enebrales (su virgen es la patrona de la Sierra Norte) y su singular belleza le han otorgado el nombre de “Ciudad encantada de Tamajón”. El sabinar de origen terciario, la abundancia/variedad de pájaros, un merendero, y algunos sitios prehistóricos conforman un lugar único.
Por todo ello el karst de Tamajón es un área interesante para escaladores, espeleólogos, observadores de aves, senderistas, católicos y visitantes. Y desde aquí iremos desvelando sus secretos.
Lar-ami
2 respuestas a “El karst de Tamajón”
Bella foto desde la cueva, cuya silueta del techo y el cielo parece el de una bruja con su sombrero, jaja.
Saludos, felices fiesta y próspero año nuevo.
Si es una foto curiosa. Feliz Navidad, amigo. Un abrazo