Resulta curioso que los dos túneles de la comarca provengan de la construcción del embalse del Vado y por ende, de la misma fecha.
Así, la carretera de servicio que comunica los dos aliviaderos de la presa lo hace a través de un túnel en L bajo una roca sobre la que está la estructura de la estación del teleférico por el que llegaba la piedra al muro. De apenas 30 metros de longitud y tan estrecho que hace complicado el cruce de coches.
El otro túnel corresponde al tendido férreo por el que circulaban las vagonetas con la piedra de la cantera del Vado. Este es recto, estrecho y bajo, pero suficiente. A la entrada se conservan las ruinas de dos estanques donde se limpiaban las máquinas y se refrigeraban los martillos que partían la piedra. Al otro lado, una caseta donde se guardaban herramientas.
¡Una curiosidad más!
Lar-ami