La piedra caida


A este guardián le enamoran las infinitas posibilidades que La Ribera ofrece  al caminante,  con rutas increíbles que llevan a rincones encantadores, todavía poco conocidos. Como la piedra caida, un bloque de caliza en mitad del río Jarama que lo divide en dos, cubierto por la vegetación en un entorno alucinante.

090901 piedra caida 1Partimos del Pozo Oscuro (Puebla de Valles)  por una senda paralela al cañón con excelentes vistas del río, y nos dirigimos hacia el acantilado calizo que tenemos a la derecha y al que llegamos en 5´. Es el Marralín,  donde encontramos varias cuevas visitables, que acogieron al hombre en la Prehistoria y en la posguerra. Merecen la pena la primera que vemos y la que aparece en la foto.

Desde aquí la vereda comienza a bajar hacia el río y a veces se complica. La maleza y las zarzas han cubierto algunos tramos, nada que un buen palo y la determinación no puedan solucionar. Tras 10´  llegamos al Jarama (¿que hace aquí un nogal?) y al Pozo de la Torta: estamos en la piedra caída. El canto del agua, la vegetación, y la belleza del lugar, merecen el paseo. 090901 piedra caida 2

Si eres atrevido, cruza el río y estarás en el término de Valdesotos, justo bajo una besana llamada Las Vargas. Si sigues el margen derecho del río y atraviesas el pedregal de gorrones, llegarás a una vereda que enlaza con la otra ruta del cañón. Es una buena alternativa para regresar, pero antes aprovecha los huecos que deja la maleza para disfrutar del río.

Prueba esa ruta en septiembre y aprovisiónate de moras antes de llegar a la piedra caída. Te sabrán a gloria.

Lar-ami

 

 


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