Los bienes de “aprovechamiento común y gratuito por los vecinos” no eran desamortizables, si previamente así se declaraban. Los Ayuntamientos lo utilizaban para resistirse a la expropiación mientras la Administración exigía que se probase (si se cobró arbitrio por el bien, dejaba de serlo). La separación en estos conceptos fue muy complicada ya que cada pueblo tenía sus métodos: la subasta temporal (gratuita ó no), el usufructo vitalicio, el aprovechamiento temporal de montes, pastos, leña, bellotas, …Tortuero no era una excepción.
El afán recaudatorio de Hacienda provocó interpretaciones abusivas y así en la Sierra Norte se vendieron muchos bienes de aprovechamiento común. Las tierras de labor eran parcelas pequeñas y las urbanos tenían escaso valor (casas, fraguas, almazaras, hornos), aunque prestaban un servicio básico al pueblo. Llama la atención que 4 primos comprasen un monte con encinas.Lar-ami