Su imagen impacta por lo inesperado: una línea recta, con un leve giro en la margen izquierda del río, justo donde se sitúa el aliviadero. Una presa diferente, de piedra y roca, con forma de surco, laderas pedregosas a ambos lados y carretera de servicio en el lomo. Que para mayor vergüenza de las Administraciones, está cerrada con barrera en sus extremos, obligando a los vecinos a dar un gran rodeo.
La presa esta ubicada sobre el cañón del Sorbe, a unos cientos de metros de Beleña y del puente árabe que da acceso al pueblo. Estos son algunos datos:
- Altura: 57 metros
- Longitud coronación: 530 metros
- Superficie máxima embalse: 245 Has
- Capacidad almacenaje: 53 Hms
Su construcción finalizó en 1.982 y destruyó elementos históricos que ya son irrecuperables:
- La fuente de Don Sancho, medieval y con aguas para el reumatismo
- Las ruinas de la ermita de Peñamira, medieval (¿románica?), junto al río
- El molino del Tío Puertas, molino y fábrica de luz que abastecía a los pueblos vecinos.
- Pinturas rupestres de Peña Capón y el Barranco de las Quintillas.
- Los últimos vestigios de la Casa de Placer destruida en el siglo XVI, que según las crónicas, estaba ubicada entre las fuentes de Doña Urraca y Don Sancho.
La presa de Beleña proporciona agua a los 300.000 habitantes del Corredor del Henares, incluido Alcalá. El pantano se alimenta del caudal que Pozo de los Ramos deja escapar y de lo que traen los secos arroyos que vierten al río en este tramo. Por ello en verano el nivel del agua baja de forma escandalosa; en invierno su cola llega hasta Muriel.
Una Mancomunidad de los pueblos afectados gestiona el agua de Beleña y el Canal de Isabel II (Madrid) dirige el Pozo de los Ramos, lo que no deja de ser paradójico. Máxime cuando el Vado recibe agua del pozo de los Ramos a través del canal del Sorbe y sirve directamente a Madrid.
Pero a pesar de esta paradoja (y de otras) hoy sentimos la presa de Beleña nuestra y disfrutamos del paisaje que ha creado a su alrededor. Un paraje hermoso, lleno de contrastes, según el lado del muro al que se mire.
O se sobrevuele (solo para seres etéreos).
Lar-ami