Desde Tortuero hasta la ruta verde el río Concha recorre un precioso cañón. En apenas dos kilómetros alberga 4 puentes. Un lujo al alcance de algunos a su paso por grandes ciudades (el Guadalquivir en Sevilla).
Del puente medieval, con su pilar en medio, ya se ha dicho casi todo. Del nuevo que comunica los huertos con el campo de fútbol poco se puede decir, salvo que tiene un año.
El puente del guarda (así le conocen algunos) data de la época de construcción del Canal del Jarama. Cuentan que cuando la casa del vigilante estuvo terminada vieron que deberían dar un gran rodeo si querian ir a Tortuero. Así que hicieron una senda a media ladera que bajara al río y construyeron el puente. Pero casa, vereda y puente fueron utilizados poco tiempo y hoy están abandonados.
El puente sobre la ruta verde se construyó en los años sesenta, para lo que se utilizó la piedra caliza junto al río, donde se abrió una cantera. Un barreno descubrió un enclave funerario del periodo Calcolítico (3.000 años A.C.), con doce individuos y restos de cerámica. Desde entonces el lugar se conoce como la Cantera de los Esqueletos.
Lar-ami