En el año 711 los árabes empiezan la conquista de España,  llegando en pocos meses a la zona. Establecieron algunos asentamientos en el valle del  Jarama, pequeñas comunidades autónomas con estructura de clan y formas de propiedad comunal para el aprovechamiento agrícola y ganadero.

Las primeras referencias escritas sobre los árabes en esta zona de Guadalajara son del siglo IX, citando a los  Banu Salim como el clan predominante en esta tierra de frontera (XARAMA en lengua bereber). Fueron los constructores de las ciudades de Guadalajara, Medinaceli y Alcalá de Henares para potenciar su territorio. Sus límites por el sur eran los señores de Toledo y por el este el clan de los Banu Dil-Nun.

 Su vecino del norte era el clan de Banu Qasi y para defenderse de ellos construyeron las fortalezas de Peñahora (en Humanes) y Uceda. Así que no tenemos dudas de la presencia de los árabes en La Ribera (los Banu Qasi).  No solo por los restos encontrados, sino por los arcos de herradura que aún perviven en la zona.

Sabido es que este tipo de arco es de origen  visigodo (iglesia de Pedro en Soria) pero con los árabes alcanzaron la perfección. Utilizaron mármoles (Córdoba), estuco (Granada), caliza (Puente de Beleña de Sorbe),  ladrillo (bodega árabe) ó gorrones (corte para los cerdos), estos últimos en Puebla de Valles. Y en todos los casos con una belleza singular. Y si no juzguen Vdes.

 ¡A  mi me siguen impresionando!  Y eso que los visito a diario, como guardián y como admirador.

Lar-ami