Las relaciones humanas son puentes que unen. Cuando se acerca Fin de Año es momento de analizar que hemos ganado y cuanto hemos perdido. El estrés, las prisas, la incomunicación, el yo,… nos han alejado de gente a la que apreciamos y que nos corresponden.
Si dejamos pasar el tiempo, resultará imposible reconstruir la relación (o ya no tendrá sentido), como el puente de Palos sobre el Jarama. Unas veces la solución pasa por establecer un nuevo puente, como en Muriel (Sorbe) y Valdepeñas, pero hay que enterrar los restos del anterior. Otras veces conviene crear una relación nueva, dejando que la vieja siga su curso, como en el puente del Culebro.
Hay quien decide que ya no necesita esa relación y le basta con vadear al otro, como en Bonaval. Por el contrario otros se esmeran en construir una relación tan espectacular que espanta (Guadalajara con el puente colgante sobre el Henares).
Lo adecuado sería establecer nuevas relaciones, adaptadas a los nuevos tiempos. Pero la mayoría conserva sus viejos puentes (Valdesotos, Tortuero), valorando su fortaleza y las satisfacciones que encierran tantos años de historia. Aprovechemos la Navidad para recomponer nuestros puentes. ¡Es nuestro privilegio!
Lar-ami
4 respuestas a “Puentes rotos”
De puente en puente y tiro porque me pasa la corriente!.
Feliz Navidad!
Ah los puentes; cuanto nos enseñan. Feliz Navidad!!
Curiosa similitud Paco!
Feliz Navidad
Feliz Navidad amigo. Un abrazo