La puesta en regadío de la ribera del Jarama en Puebla de Valles, a finales de los cincuenta (1.957), se saldó con un estrepitoso fracaso y dio el impulso definitivo a la despoblación de esta villa. Arruinó a muchos y desesperó a todos; la emigración a las ciudades se convirtió en la única salida.
La causa fundamental fue la caótica planificación del proyecto, impulsada por el sindicato vertical bajo el pomposo nombre “Obra Sindical de Colonización”:
elección inadecuada de cultivos, escasa formación de los agricultores, inexistencia de una política de comercialización, desconocimientos de los mercados,… No por repetido en otras zonas de España, el fracaso resulta menos doloroso.
Cuando en los días grises de invierno bajamos al río y observamos los restos del naufragio, nos invade la melancolía. Pocas veces el futuro fue tan cruel con La Ribera.
Lar-ami