Cuando la magia se convierte en realidad, lo hace de la manera más insospechada: una imagen fugaz, un paisaje inesperado, un momento sublime, … Un lugar mágico no es más que un sitio capaz de transmitir sensaciones únicas, quizás porque está cargado de belleza, de energía positiva y de buenas vibraciones. El viajero debe hacer un esfuerzo por visitar estos rincones. Sentirlos es una vivencia única.
- Miradores: Para fijar la vista en lugares lejanos, con perspectiva para reconocer el esplendor de la naturaleza y de la obra del hombre. Estos son algunos miradores de La Ribera: de las Celadillas en Almiruete, de los cocederos en Beleña, de la encina en Alpedrete, del Callejón del Infierno en Valdepeñas, Las Pequeñas Medulas en Puebla de Valles, …
- Casco urbano: Se gana tiempo perdiéndose por las callejuelas de los pueblos. Encontrarás lugares llenos de encanto que te ayudaran a comprender su historia y sus gentes. Coge el croquis de cualquier pueblo de la Ribera y piérdete (tienes 12 opciones, todas interesantes).
- Rincones de leyenda: Sabemos que todas las leyendas son falsas, pero tienen un trasfondo de verdad envuelto en un velo de misterio.
No te pierdas: La fuente de La Mierla, el Chorro de Valdesotos, la fuente gótica de Tamajón, puente de Tortuero, Canrayao, el puente del Culebro en Puebla de Beleña, el molino de Muriel, Bonaval en Retiendas, el Pozo Oscuro en Puebla de Valles, …
Un momento mágico es un instante en un lugar que te hace sentir diferente: una puesta de sol, el vuelo de una mariposa, el salto de una trucha para cazar un mosquito, la carrera del corzo, … Y muchos momentos más, que cuando los hayas vivido, sabrás que fueron mágicos.
Nuestros pueblos están llenos de esos momentos mágicos que nos hacen más humanos.
Lar-ami