La portada, orientada al sur, es un arco de medio punto formado por cuatro arquivoltas: primera y cuarta planas, apoyando en jambas. La tercera está moldurada y la segunda incluye el calendario románico, donde cada mes está representado por una tarea agrícola. Ambas apoyan en capiteles tallados con escenas bíblicas.

Si bien hay mensuarios parecidos en las iglesias de Campisábalos (Guadalajara) y San Isidoro de León, este es el mejor conservado. Algunas curiosidades: 

• Los doce meses del año están escoltados por el bien, representado por un ángel, y por el mal, un negro de pelo rizado. La invasión almohade, en cuyo ejército abundaban los negros, lo explica.
• Todas las escenas están esculpidas en una dovela, excepto agosto y noviembre que utilizan dos.
• El escultor utilizó el mismo modelo para todas las escenas: cara redonda, barba, bigote, melena corta y ropaje largo, escote ribeteado,…
• Los meses de enero y diciembre están cambiados. Así lo afirma el cronista de Guadalajara y lo describe un cuento publicado en el número 6 de la revista La Urraca.

El mensuario de Beleña merece un capítulo aparte. Su mensaje está claro: por el trabajo hacia la salvación.

Lar-ami