La influencia del Maratón de los Cuentos de Guadalajara (este año ha celebrado su XIX edición) se ha extendido por la provincia y ahora muchos pueblos incluyen el Cuenta-cuentos en sus fiestas patronales. En La Mierla (IV edición) y Beleña de Sorbe (III) es ya una tradición; en La Ribera una atracción.
Las semejanzas son muchas: un lugar emblemático (Palacio del Infantado, Callejón de la Plaza en La Mierla, Porche iglesia románica de San Miguel), participación ciudadana, protagonismo de los niños, actividades (danza del vientre y sangría en La Mierla), aumento de la participación y del número de asistentes, …
También las diferencias: lo organizan la Asociación cultural (Beleña) y los jóvenes (La Mierla, bajo el eslogan “por un mundo como nos da la gana”), se permite leer los cuentos, se narran leyendas de la zona, … Y puesto que nos conocemos todos, resultan entrañables. La hora de comienzo (once de la noche), y su duración (dos horas) ayudan a conseguir este clima de complicidad.
Resulta gratificante ver la cara sonriente de los abuelos cuando contemplan a sus nietos sobre el escenario. Solo por eso, el Cuenta cuentos no debería morir nunca.
Lar-ami