La Ribera está asentada sobre terrazas fluviales y kársts de la era Cuaternaria, como otras muchas zonas situadas al sur del Sistema Central. Pero algo la hace diferente: esa franja de intenso color rojizo que la atraviesa desde el Sorbe hasta la vega del Jarama, de 8 Kms de ancho y limites bien definidos.
El color se debe al fuerte contenido en hierro de la arcilla, matizado por pizarrillas y cantos rodados, que varía según el periodo de consolidación del terreno, paraje y altura de la capa. Aquí las cárcavas y barrancos alcanzan una especial belleza por el cambio de tonalidad del rojo según la luz del día: las Pequeñas Médulas, la Hoya del Santo y las cárcavas del pueblo en Retiendas son un vivo ejemplo.
Naturalmente, ese tono rojizo era el color característico del casco urbano de los pueblos de la franja: Puebla de Valles, La Mierla y Retiendas. Por eso se les llama “los pueblos coloraos”, aunque hoy esa fisonomía apenas es reconocible.
Lar-ami
2 respuestas a “Los pueblos coloraos”
Pueblos negros, pueblos blancos, pueblos coloraos… vaya diversidad tenemos en España! ¿como vamos a cansarnos de viajar si tenemos tantos matices diferentes?
Y que lo digas. Aqui en La Ribera los tenemos de todos los colores.