La madera de olivo es dura pero muy hermosa; manos expertas la moldean creando muebles y elementos decorativos de gran belleza, resaltando esas vetas que explican por qué el olivo era considerado mina de oro en Hispania hace 3.000 años.  Hay muchos escultores, pero ninguno como Juan,  de Art Rustic.

Cuando encuentra un tronco de olivo, Juan ve escalera y peldaños, mesa  y bancos, cama y cabecero,…  En cada rama una percha, una lámpara, un taburete, o un soporte para el cuarto de baño. Y de forma tan natural que le basta con eliminar las impurezas, barnizarlo y colocarlo en el lugar que mejor encaje.  Cada pieza es única; por esos sus alojamientos rurales son casas de autor.

Su obra tiene el encanto de lo primitivo, de lo auténtico,  cuando el hombre buscaba la utilidad en todo lo que hallaba en la Naturaleza, sin renunciar a lo bello.  Y por eso Juan es un artista singular, el genuino Maestro del Olivo. Lástima que La Ribera le pille algo lejos; materia prima no le faltaría.

Lar-ami