Helada de San Isidro


El día de San Isidro se despidió con helada, algo que hacía muchos años que no se veía en Puebla de Valles.  Esta vez el hielo ha llegado a los huertos del arroyo por debajo del pueblo y solo ha afectado a los calabacines. Afortunadamente la Cespedera y los Colmenares han quedado a salvo.

 Por eso, a pesar de todo estamos contentos; no podríamos soportar otra helada como la del 5 de mayo, de la que aún se están recuperando frutales y hortalizas. Cierto que habrá retraso, pero la tierra está harta de agua y si viene el calor, será un buen año de verduras. Para los frutales será más difícil, algunos han perdido la cosecha.

Robles, álamos  y chopos presumen de verde frente a olivos y encinas. La imagen triste del nogal contrasta con la arrogancia del quejigo vecino, junto al camino de los motores. Otra escena inolvidable de La Ribera.

Lar-ami


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