En la madrugada del 5 de mayo, la temperatura bajó de cero grados en algunos pueblos de La Ribera. En Puebla de Valles el frío ha fulminado tomates y pimientos de los huertos, recién plantados; solo han resistido cebolletas y las patatas no nacidas. Aunque es una pérdida importante, solo supone un par de semanas de retraso, que se recuperarán si la climatología acompaña.
Pero esta helada ha pillado en flor y/o recientemente desflorados a los frutales y les ha destrozado la cosecha. Nogales, manzanos, ciruelos, vides, higueras, perales, membrillos, … han sentido como el frío terminaba con yemas, brotes y hojas nuevas. Ahora en sus copas predomina el negro, como símbolo de su tristeza (y de la nuestra).
Olivos, encinas y robles han aguantado, quizás por su mejor aclimatación. Los almendros, con el fruto ya crecido, son nuestra esperanza. El tiempo lo dirá.
Lar-ami