El emparejamiento conllevaba compromisos: en Beleña y La Mierla formaban pareja de baile todo el mes; en Valdesotos asistían juntos a la Romería de San Isidro. Y aunque los mayos se echaban a principio de mes, eran frecuentes que continuaran durante semanas.
La temática del galanteo (originario del siglo XV), describiendo el cuerpo de la amada con metáforas (perlas son tus dientes, tu boca un clavel,…) estaba muy extendida en Guadalajara. En La Ribera los mayos tenían otra estructura: estrofas que anuncia la llegada de los mayos, licencia para cantar a la moza, adjudicación de licencia y de mayo, posibilidad de rechazar al mayo.
La fiesta de los mayos conseguía su objetivo de relacionar a mozos y mozas formando parejas estables, como era habitual en todas las culturas. Conviene recordar que ya los Tartessos, hace 3.000 años, celebraban sus fiestas de primavera con danzas para los jóvenes, que dieron origen a las sevillanas.
Lar-ami