Olmas en La Ribera


Hasta que la grafiosis” acabó con ellos, a finales del siglo XX, en las Tierras de Castilla era habitual que un olmo achaparrado y frondoso (la olma) presidiera la plaza del pueblo. Según algunos, la costumbre data de la Edad Media y era símbolo de jurisdicción; según otros, se plantaron en el siglo XVI con el único objetivo de dar sombra y fomentar la tertulia entre los vecinos.

Camilo José Cela en su «Viaje a la Alcarria», describía la olma de Pareja (pueblo de Guadalajara) así:    …  y un olmo añoso. Olma le llaman porque es redondo, copudo, matriarcal, un olmo tan viejo quizá como la piedra más vieja del pueblo.”

En La Ribera ya  no quedan olmas, solo un viejo tronco en La Mierla, junto a la iglesia; antes había dos más, uno en el pilar frente a la puerta y un tercero en la plaza del Ayuntamiento. En Valdepeñas hay una Plaza del olmo a la entrada del pueblo, junto a la picota. La olma de Beleña de Sorbe estaba junto al campo de bolos y también tuvo que ser cortada.

Queden aquí estas líneas como recuerdo y homenaje de este guardián etéreo.

Lar-ami


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *