A este guardián etéreo le gusta la lluvia de febrero por lo que supone de promesa para la primavera, con estampas muy hermosas. Cierto que también surgen inconvenientes, que molestan al hombre moderno y ponen en alerta a las autoridades. ¡Como si la lluvia, la nieve ó el hielo no formaran parte de nuestra vida!
Ahora que el barro llena La Ribera y los caminos se vuelven impracticables, es hora de pasear por el casco urbano de nuestros pueblos. Sus calles mojadas presentan una luminosidad que realza colores y siluetas, conformando imágenes espectaculares. Sean estas de Puebla de Valles una muestra.
Lar-ami
2 respuestas a “Callejeando”
La verdad es que es buen momento para callejear por lugares tan bonitos, y esperar a que las lluvias nos llenen de color y de olor campos y montañas.
Cada época del año es especial. Disfrutemosla !
Una forma diferente de pasar un buen rato. Seguro que por Uncastillo callejear es hermoso.