• Desde Peñalvilla hasta Lomogordo
• había tres tinajitas de oro
• que allí escondió un rey moro.

Esta coplilla, cantada por los niños de  Tortuero y Puebla de Valles en sus juegos, resume una tradición  recogida en el libro “Puebla de Valles, usos, costumbres, cuentos y leyendas”. 

Peñalvilla, junto al camino del Arroyo del Lugar, es llamada el «cerro del yeso» porque de ella sacaban la piedra que en el Calicanto se transformaba en yeso. Lomogordo, en la margen derecha del Jarama (término de Tortuero), tiene forma de media luna. Ambos montes son calizos y están llenos de oquedades, por lo que el pisar de mulas y caminantes retumba de forma muy especial, dando origen a la leyenda.

En la falda de Peñalvilla hay una besana de olivos conocida como “Pan Blando”, que según parece está más baja de lo que le correspondería por su ubicación. Dicen que por las excavaciones en busca del tesoro.

Lar-ami