El día de la Candelas (este año 7 de febrero), la fiesta y andanzas de la botarga continúan en Retiendas, de forma parecida a como lo contaba S. García Sanz en su artículo del año 1.953: por la mañana la botarga busca a las autoridades y los acompaña a la iglesia. La procesión de la Virgen de las Candelas se celebra antes de misa; la botarga va delante, andando de espaldas y gritando “viva la Virgen Santisima”, mientras sigue con saltos y mojigangas, como si quisiera demostrar que lo hace mejor que sus antecesores.
La botarga queda fuera, mientras la virgen entra en la iglesia quedando junto a la puerta durante la misa. Luego es llevada al pie del altar, con la ayuda de la botarga. A la salida persigue a las mozas y les arroja pelusa de espadaña ó paja. Por la tarde se subastan las ofrendas a la Virgen en su presencia, mientras la botarga sigue con sus travesuras.
Lo último a subastar es una gran caracola dulce, en forma de pirámide y con un pájaro en lo alto. La botarga roba el pájaro y huye al terraplén; clava la cachiporra y sobre ella el pájaro. Una vez está la Virgen en la iglesia, los mozos empiezan a tirar piedras para derribar el pájaro; muchas pedradas las recibe el botarga, que permanece junto a la cachiporra.
Cuando el pájaro cae, la botarga se arroja rodando del terraplén para llegar pronto a los que le tiran piedras. Luego sigue persiguiendo a la gente y golpeando puertas; cuando ve un forastero le pide limosna con humildad. Lo recogido es gastado en vino y aguardiente con los mozos en el baile.
Lar-ami