Gracias a la información recogida por el maestro Sinforiano García Sanz (publicada en 1.953), y la A.C. “Amigos de Beleña”, sabemos bastantes cosas del botarga tradicional de Beleña:
Su traje llevaba cosidas, en pecho y espalda, unas estrellas y un monigote, reminiscencias de tradición medieval. Un rabo en el trasero (higa) relleno de alfileres para evitar que se lo arrancasen, cachiporra, castañuelas (para recoger las limosnas) y una naranja (símbolo de sol y vida).
De madrugada el botarga recorría el pueblo varias veces, haciendo sonar las campanillas para despertar a los vecinos: desde la casa de la villa al castillo y vuelta hasta la parte baja del pueblo para terminar en casa del mayordomo primero. Con este y el mayordomo segundo va casa por casa pidiendo limosna; si hay mozas procura entrar a despertarlas. Durante la mañana busca forasteros a los que pide dinero mientras salta y baila al son de las campanillas.
En la procesión de la tarde va formal, sin campanillas ni careta; ayudaba en la subasta y robando una naranja de la Virgen la da a oler a la gente y les golpea la nariz con ella. A la hora de la cena, el botarga se quitaba el traje terminando su trabajo del día.
Lar-ami