Aquella noche la familia estaba descansando en la torre de Puebla de Valles. Eramos muchos: mis abuelos, caballeros jubilados, su hijo mi padre, que sigue en activo pero poco, Dante que además de mi hermano es mi escudero… Y yo, el caballero Victor, que siempre estaba buscando aventuras, como corresponde a nuestra época.
Hacia la medianoche vimos un resplandor en la dehesa. Nos armamos de valor y aunque la noche estaba oscura, acudimos a ver que era. Un agujero en el suelo, dos personas de pie mirando el fondo y alli una niñita de unos meses. Cuando nos acercamos, se dieron la vuelta y vimos que iban vestidos de forma extraña, como de otra época. Con cuidado, y por que no decirlo, con cierto miedo les preguntamos quienes eran. Dijeron que venían del futuro y nos contaron su historia.
Eran de un planeta lejano, XZ970, al que habian emigrado sus antepasados desde la Tierra hacia varios siglos. Su planeta se moría y ellos habian decidido volver a sus orígenes. La máquina del tiempo debió confundir la fecha y ahora estaban aquí, en la Tierra, pero en una época diferente, ya que hablaban de cosas muy raras. Les acogimos en casa aquella noche y les dimos de cenar.
Al dia siguiente, nos explicaron que debian volver a su planeta para intentarlo de nuevo y regresar a la época correcta, que según dijeron era el año 2.098. Pero la máquina se habia estropeado en el aterrizaje y aunque intentarían arreglarla, las posibilidades de conseguirlo eran escasas. Nos pidieron que nos quedasemos con la niña hasta que pudieran volver a por ella. Al mediodia despegaron y desde entonces no sabemos de ellos.
A la niña todo el mundo le llamaba Valentina, pero nosotros sabemos que es la niña de las estrellas y es nuestra hija querida. Cuando cumplió 18 años le explicamos su historia, se rió mucho y dijo que el cuento le habia encantado. Prometió contárselo a sus hijos, … cuando los tuviera.
Victor Martin, 10 años (contribución al Maratón de los Cuentos de Guadalajara, que comienza el viernes 14)