El Renacimiento y el siglo XVI (II) en la Sierra Norte de Guadalajara


La prosperidad tambien se hizo patente en nuestros pueblos. Proliferan las almazaras y los molinos maquileros (de grano) a orillas de ríos y arroyos. Algunas aldeas compran su independencia y se convierten en villas, pagando un alto precio y generando deudas que tardarán tiempo en resolver; luego instalan una picota en la plaza como signo de villazgo.

Se arreglan calles y se construyen Plazas Mayores (Cogolludo, Atienza, Sigüenza,…) habilitadas para celebrar festejos taurinos. Alrededor de ellas se edifican bellos palacios y casas señoriales. En Tamajón, un Mendoza, señor de la villa que participó en la guerra de Granada, construyó un nuevo casco urbano siguiendo el modelo urbanistico de Los Reyes Católicos en Santa Fé y que tanto éxito tuvo en las Américas.

La población crece y se aplica la división a partes iguales de la herencia entre hermanos, origen del minifundismo en la Sierra Norte de Guadalajara. Para marcar los linderos se siembran higueras, frutales y encinas, … además de los muretes característicos de piedra y pizarra.Las divisiones sucesivas de la casa familiar da lugar a nuevos hogares de fachada estrecha, mucha profundidad y escasa luz.

La fisonomía de nuestros pueblos y de su término municipal cambió y se agudizó su singularidad respecto a sus vecinos. De la abundancia de cosechas surgen y/o se potencian fiestas como los Mayos y las Rondas. Aparecen tradiciones y leyendas ligadas a la figura de San Juan.


Lar-ami, gerente de CR La Vereda de Puebla, entre cárcavas y olivos milenarios. Todo sobre Actualidad, Costumbres, Fiestas, Mundo Rural y Paisajes y Lugares de la Sierra Norte de Guadalajara.


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