El tío Julián será recordado en Puebla de Valles por su bonhomía, sentido del humor y como digno hijo de El Gallo (personaje de leyenda que creció como único varón de la casa, rodeado de mujeres; de ahi su apodo). Pero hay una curiosa historia que pocos conocen y de la que Julián fue protagonista involuntario.
Corrían los tiempos más duros de las posguerra (años 40´s), cuando las familias serranas luchaban por sobrevivir, siendo especialmente duro en los hogares donde escaseaban los hombres. Como en casa de Julían, donde el padre tenía una edad avanzada y èl era unico hijo varón, el sostén de la familia. En estos casos el Estado los dispensaba de la mili.
Por eso cuando convocaron a los quintos del año y Julián no fue citado, a nadie le extrañó. Ni siquiera al afectado, que salía al campo al alba y regresaba con la noche bien puesta. Los meses fueron pasando y cierto día se presentó la pareja de la Guardia civil en el Ayuntamiento con un escrito donde se indicaba que su vecino Vicente Casarrubios era “prófugo” y estaba en “búsqueda y captura”, … por no presentarse a cumplir sus obligaciones militares con la patria.
El recordado Dionisio, secretario del ayuntamiento mostró su extrañeza y se comprometió a aclararlo. Revisó el registro de los quintos y lo cotejó con los mozos del lugar. Ahi aparecio el nombre de Julián Casarrubios, con la misma dirección y familia que Vicente, de lo que se concluyó que ambos nombres correspondían al mismo mozo.
Costó dios y ayudas (del alcalde, el médico, el cura, …) que el ejército reconociera el error. Conseguido, se realizaron las oportunas gestiones y en unos meses Julián pasó de prófugo a librarse de la mili. Ahora que nos ha dejado es el momento de contarlo, tal y como él lo contó (entre risas) a la hora del aperitivo en el Calicanto. Descansa en paz, amigo.
Lar-ami, gerente de CR La Vereda de Puebla, entre cárcavas y olivos milenarios. Todo sobre Actualidad, Costumbres, Fiestas, Mundo Rural y Paisajes y Lugares de la Sierra Norte de Guadalajara.