Notas sobre la clase politica


En los últimos treinta años, la clase política se ha devaluado perdiendo toda credibilidad. Hoy los políticos están más preocupados en dar titulares a los periódicos y salir bien en las encuestas que en gobernar. La ciudadanía se limita a criticarlos, pero no entiende como ha llegado a esta situación.

Quizás la culpa no solo sea de ellos. Nuestra forma de vida solo permite escuchar y/o leer titulares, ya que no tenemos tiempo para la reflexión. Y esto origina un estrés que nos lleva al desinterés por la política y los problemas sociales.

Claude Allégre, ministro de Educación Nacional de Francia en 1997  proporciona otras claves:

  • La acumulación de leyes y reglamentos paraliza los estados. La liberalización de la economía, la  globalización y el desarrollo de la CEE  han reducido el papel de nuestros gobiernos.
  • La sociedad actual, con su capacidad para difundir información inmediata,  obliga a los gobiernos a dar noticias constantemente, alternando anuncios y reacciones en caliente ante cualquier situación. Y con el ojo puesto en las encuestas (que se controlan en tiempo real).
  •  La opinión en los medios y en la calle prevalece sobre las urnas.  

La perdida de poder real y la obligación de reaccionar ante todo con rapidez,  ha favorecido la emergencia de una clase política cuyo único objetivo es  ocupar el poder y/o permanecer en el. Ya no se acuerdan que fueron elegidos para buscar el bien común.

 ¡Ah, si los espíritus protectores gobernáramos!

Lar-ami


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