A este guardián etéreo le llama la atención un lugar de Puebla de Valles , por los cambio de aspecto y de color que se produce cuando cambia la estación. Me refiero a Los Nogales, situado junto a la caseta del agua, camino del pozo de la Roca.
Una treintena de nogales, muy frondosos y distribuidos de forma aleatoria, flanquean el camino. A un lado el Jarama, cantarín y accesible desde aquí, y al otro olivos bien cuidados; detrás un trigal. Conforman un paisaje muy bucólico.
Su aspecto a comienzos del verano, cuando cobija ovejas y ardillas, resulta espectacular. A finales del otoño, cuando las hojas apenas son un recuerdo, también. Otro paraje hermoso de La Ribera.
Lar-ami