Situado sobre el Arroyo de Concha que bordea Tortuero, este puente quizás sea el monumento más singular de La Ribera y el más desconocido.
De un solo arco y de forma ojival, en su origen era simétrico sobre el cauce del arroyo. Realizado con sillares y piedra caliza, podría ser de estilo gótico. No obstante tiempo después de su construcción, el puente perdió la simetría; unos autores dicen que los cimientos cedieron en un apoyo y otros que por exceso de peso.
La solución pasó por construir un pilar que sostuviera la parte de arco hundida y para ello se utilizaron calizas, cantos rodados y pizarra unidos con argamasa; luego ha sido remozado en alguna ocasión.
Esta singularidad lo hace único y le da este magnífico aspecto. ¡Inolvidable!
Lar-ami