Para valorar la importancia del villazgo para Retiendas hay que recordar que desde su nacimiento siempre fue dependiente de otros (Tamajón y según algunos de Bonaval).
Durante la Edad Media, Castilla se estructuró en Comunes (Atienza, Uceda) y Territorios que el rey daba a los nobles como recompensa por alguna batalla victoriosa. Había pocas villas, con leyes propias (fuero) y que solo dependían del rey, como Guadalajara. En tiempos conflictivos, el monarca reforzaba su poder con los nobles, dándoles territorios, títulos, exenciones de impuestos,… Así nacieron los Señoríos, como Tamajón y Beleña.
En el siglo XVI, los gastos se dispararon por las guerras; las riquezas que llegaban de América y los impuestos no eran suficientes y Felipe II se declaró en bancarrota varias veces. La Corona obtenía dinero por la venta de títulos y privilegios de villazgos a poblaciones que pertenecían a un Común. Así ocurrió con los pueblos de Uceda (Valdesotos, Puebla de Valles, Tortuero,…) que se convirtieron en villas.
Además las Cortes aprobaron en 1.590 el impuesto de “Los Millones” para recaudar por una sola vez 5 millones de ducados. Los reyes usaron este impuesto a su antojo, modificando la ley: “por una de las condiciones de los servicios de millones que corren, quedó reservado que el rey se pudiese valer de …. millones de ducados por una vez en ventas de Oficios y otras gracias a su disposición”. Felipe IV obtuvo de las Cortes que además “que se pudiese valer Su Majestad de otro millón y medio de ducados …. Para defensa de esta Monarquía y de nuestra Sagrada religión”.
Amparándose en estas leyes, Fernando VII otorgó en 1.818 el privilegio de villazgo a Retiendas,… previo pago, ¡Naturalmente!
Lar-ami