Los animales de labor se consideraban de uso propio, incluidas vacas, y su número se ajustaba a las necesidades del municipio (excepto en Tamajón), según los datos el Catastro de la Ensenada, que resultan coherentes con habitantes y superficies de labor. La cabaña de ganado lanar y caprino era muy potente, por encima de 10.000 cabezas por tipo, si bien solo se declaran en Alpedrete (1.560 vejas y 1.300 cabras), La Mierla (1.168 y 1.109) y Puebla de Beleña (600 ovejas y 1.100 cabras). En cuanto a los rendimientos, la información que proporcionan es muy dispar:
- Alpedrete detalla el rendimiento de lana: por cada 10 ovejas, 1 arroba de lana. A 28 reales/arroba
- El precio de los corderos oscilaba entre los 2 reales en Muriel y los 6 en Alpedrete.
- Los cabritos tenían un precio entre 10 reales (Alpedrete) y los 2 en Muriel. Ya eran más valorados que los corderos.
- En algunos lugares, la valoraron se hizo a un precio medio. Una cabeza lanar oscilaba entre 6 (Tortuero) y 4 reales (Valdesotos). De caprino entre 4 y 5,5 reales.
- Puebla de Valles valoró el rendimiento de ovejas y cabras por igual, a un precio medio de 5 reales.
Sin entra en otro tipo de disquisiciones, las diferencias de rendimientos pueden deberse a la cantidad (Muriel tenía una cabaña reducida) y al mercado (Alpedrete estaba bien comunicada con Torrelaguna, Uceda y Madrid)
Lar-ami
4 respuestas a “La ganadería del siglo XVIII en La Ribera”
Una chuleta de cabritillo es mucha chuleta…
Y tanto….
Muchísimo más ganado que ahora. Un saludo.
Desde luego. Saludos