Una vez más han llegado las lágrimas de San Lorenzo; lo hicieron el 17 de julio y estarán aquí hasta el 24 de agosto. Este año la mejor observación será la madrugada del 12 al 13. La luna estará en cuarto creciente, pero se ocultará sobre las 12 de la noche y habrá oscuridad total.

Si te apetece observarlas en un entorno natural, elige buen sitio (en La Ribera tenemos muchos, por ejemplo la dehesa de Puebla de Valles) y buena compañía. Llévate una manta, algo de comer/beber y busca la constelación de Perseo (ayúdate de un planetario y/o una buena guía). Las estrellas fugaces aparecerán por el norte y según avance la madrugada, lo irán haciendo desde el centro del cielo por la rotación  de la tierra.

Aunque lluvias de estrellas hay muchas (Cuadrántidas, Líridas,  Acuáridas,  Dracónidas, Oriónidas, Taurinas, Leonidas, Geminidas) y espectaculares, ninguna tan conocida como Las Perseidas: por fechas, visibilidad, … y por la leyenda.

Cuentan que cuando San Lorenzo estaba en la parrilla a punto de morir (Roma, año 258), su último pensamiento fue para el hombre y su futuro. Comprendió que los poderosos seguirían oprimiendo a los demás, que religiosos y gobernantes, en vez de ampararlos estarían al lado del poder, que el sufrimiento del hombre dependería de épocas y lugares, … pero que nunca terminaría. Y no pudo reprimir unas lágrimas.

Dicen que, rememorando su martirio, el santo analiza el año, visualiza como será el próximo y llora en silencio, dejando caer sus lágrimas en forma de estrellas fugaces. Por eso la visibilidad de Las Perseidas depende del país y del año. 

Ahora no saques conclusiones precipitadas, ¡Solo es una leyenda!

 Lar-ami