La crisis económica del siglo XVII multiplicó el número de monjes (que no de vocaciones) en los monasterios, ya que pobres y ricos se igualaban dentro del cenobio, y se les garantizaba cobijo y sustento. La Iglesia entró en regresión, que se agravaría en siglos posteriores, como explica el Dr Jurado.
A mitad de siglo esta decadencia se agudizó en el Cister, por la avidez de los monjes por cargos y dignidades. En este ambiente de codicia, el predominio de la Abadía de Montesión provocó la protesta de los otros Monasterios ante el Papa, ya que consideraban que se favorecía a los cenobios manchegos.
Clemente IX dicto en 1.669 la Bula Bipartita, que regulaba el reparto de cargos entre los monjes de los Monasterios situados arriba y debajo de Guadarrama, a partes iguales y con carácter trienal. El conflicto tardó en resolverse más de medio siglo y requirió la intervención de varios papas.
El Monasterio de Bonaval ocupó el siglo XVII en la remodelación para convertirlo en residencia, la gestión de la Granja de Valdepeñas y administración de rentas y propiedades. Por eso la crisis del Cister apenas le afectó, salvo en la promoción de algunos priores y la elección de otros, algunos con ida y vuelta a Montesión (lo contaremos mañana).
Lar-ami
2 respuestas a “Bonaval en el siglo XVII”
Buen estudio, que de historia en esas preciosas ruinas.
Saludos.
Gracias al Dr Jurado y su tesis sobre Bonaval. Algun dia se le reconocerá este trabajo. Saludos