Aunque el inventario de 1.510 corresponde su etapa decadente y no es representativo del modo de vida de los monjes en Bonaval, reseñamos utensilios de estancias ligadas a la alimentación y de las desconocemos su emplazamiento:
- Cocina: típica de la zona, hasta bien avanzado el siglo XX; los ancianos y enfermos se sentaban junto al fuego en un banco de madera y en los poyetes laterales. Utensilios: dos sartenes de hierro y una de alambre, olla de cobre con tapa, 3 asadores de hierro y paleta para remover las ascuas, 3 cucharas y una paleta de hierro, una artesa de madera, una hacha, una azuela, una mesa pequeña y varios manteles.
- Horno: artesa grande para amasar, 3 tablas de nogal para colocar panes, una romana con media fanega y medio celemín para medir cereales, artesa para salar carne, una mesa, una escalera de mano (para acceder a una alacena en alto), 3 tinajas pequeñas, una cesta, una olla de cobre.
- Despensa: 5 cestos para uva (tinta y blanca) y 3 para fruta. Una espuerta de palma para frutos secos y vinajera con 3 tinajas para aceite, miel y vino. Un arca para pan y otra para alimentos. Dos alambiques para fabricar jarabes medicinales y/o licores. Platos, cestillos,…
- Bodega: Vino tinto, blanco y clarete. Dos tinas para pisar la uva; 5 tinajas medianas y dos pequeñas para fermentar el mosto; 3 cubas grandes, 5 medianas y dos pequeñas para envejecimiento. Una jarra de cuartillo, embudo y artesa de madera.
También se encontraron aparejos para caballerías que no deban estar allí: dos sillas de montar (de caballo y de mula) con freno, estribo y un machón con albarda. Asimismo en la cocina se encontró un bacín de latón, “de mandato”, usado en el lavado de pies el jueves santo y, de forma habitual, para preparar viandas.
Lar-ami