En su testamente, otorgado en Guadalajara el 25 marzo de 1.455, el Marqués de Santillana dejaba 1/3 de Tamajón a su hijo Diego, pero nada se decía del resto del Señorío. A su muerte (1.458) los herederos acordaron que pasara a D. Hurtado de Mendoza,a cambio de compensaciones (iguala de conveniencia).
D. Hurtado de Mendoza, hermano del Gran Cardenal, participó en la toma de Granada y fue Adelantado de Cazorla hasta su muerte en 1.505. Se casó en segundas nupcias con una dama de Isabel la Católica, Doña Juana de Valencia, que heredó de su esposo Tamajón y lo mantuvo hasta su fallecimiento en 1.526.
El Señorío pasó entonces a manos de Doña Guiomar Hurtado de Mendoza, hija de D. Hurtado y de su primera esposa, no sin pleitos. Viuda de Diego Carrillo de Mendoza (Conde de Priego), Doña Guiomar se casó en segunda nupcias en 1.536 y murió sin descendencia.
En una carta de Carlos I, se menciona un poder otorgado el 25 agosto de 1.551 a favor deD. Diego Hurtado de Mendoza y de la Cerda, conde de Mélito y Señor de Tamajón, si bien se desconoce si lo compró y/o lo heredó. Poeta y escritor, además de militar y político, algunos le atribuyen la obra cumbre de la picaresca española, el Larazillo de Tormes. Desde entonces permaneció en el linaje del Conde de Mélito hasta la abolición de los señoríos en 1.837.
Lar-ami
2 respuestas a “El señorío de Tamajón en el Renacimiento”
Muy claro explicado Larami, que con tantos Mendozas en esos tiempos se hace a veces uno un lío.
Saludos.
Gracias amigo. Saludos.