Aunque su competencia se circunscribía a su provincia, los funcionarios de la Junta de Incautación de Madrid hicieron algunas incursiones enLa Ribera por tener mejor comunicación. Se conserva el informe del viaje de Thomas Malonyay y Bautista Becerril a estas tierras, fechado en agosto de 1.938, incluido en el libro de Francisco García Martin. Los detalles sobre el viaje, horas, cena y cama resultan deliciosos.
“Los funcionarios llegan al Ayuntamiento de Valdepeñas de la Sierra el día 9 de agosto a las 7 de la mañana. Como el alcalde y al secretario no están, dejan en el coche en la puerta y se van andando por un sendero a Alpedrete. Llegan sobre las 9 y visitan la iglesia del siglo XVI, donde no hallan nada de interés. Como era de esperar, el Ayuntamiento muestra cierta resistencia a entregar los objetos de culto que estaban guardados en la casa del pueblo. Se recogen y regresan a Valdepeñas, donde llegan a las 11 de la noche.
Con el alcalde y el secretario de Valdepeñas visitan la iglesia, de estilo plateresco, amplia y de sólida construcción. Hay un pulpito interesante de hierro forjado, muy sencillo; pila de bautismo de piedra dura con flores de lis y adornos realizados en relieve. En el ayuntamiento hacen copia del informe sobre objetos de Tortuero y Valdesotos, entregados en la Diputación de Guadalajara el 24-X-36.
Cenan dos huevos fritos con patatas y duermen juntos en la misma cama. Al día siguiente (10 de agosto), el secretario confirma la probable existencia de una estatua de alabastro de la Piedad del siglo XV en Tortuero. Dice que el secretario de Puebla de Valles (que también lo es de Tortuero y Valdesotos), sabe donde se encuentra. A las 8,30 salen hacia La Cabrera“.
Lar-ami