Decía hace unos días que “la Historia de un pueblo es la suma de pequeñas historias”. Y esto debería ser válido para ciudades y comarcas. Sin embargo, ahora debo añadir: y de sus enigmas. Y es que la Ribera, además de abundantes historias, encierra leyendas y enigmas que a este guardián etéreo le fascinan. Valgan estos ejemplos
- La pililla de Beleña de Sorbe: un hueco de formas circular ubicado a las afueras de pueblo, que asemeja el recipiente donde los pueblos primitivos muelen el grano a base de golpes ¿Cual es su origen? ¿Cómo ha llegado hasta aquí?
- Sobre la portada de la iglesia de Beleña de Sorbe hay 7 marcas en la piedra semejantes a la planta de un pié. Por su aspecto parece que son bastante posteriores a la construcción de la iglesia románica. ¿De que época son? ¿Qué significado tienen?
- En medio del pinar de La Mierla, junto a la pista que sube a la Torrecilla, hay una roca negra (kárstica) que tiene marcado un circulo casi perfecto. El paraje es popular, pero se desconoce el origen y significado de esta marca.
- ¿Por qué la fuente (y lavadero) de La Mierla, de origen medieval, está situada en las afueras del pueblo? ¿Por qué detrás de la ermita de la Soledad? Recordemos que en esta ermita se velaban los muertos. No vale que el arroyo pasaba por ahí.
- ¿Por qué el trazado urbano de Tamajón es cuadricular, como predicaba el Marqués de Salamanca, si es muy anterior al siglo XX?
- ¿Por qué en Almiruete se produjo una emigración masiva a la Argentina a finales del siglo XIX?
Este guardián etéreo pondrá su esfuerzo en hallar respuesta a estos misterios, pero no garantiza el éxito.
Lar-ami