Hoy resulta imposible nacer en La Ribera: hay escasas mujeres en edad fértil y los niños ven la luz en el hospital de Guadalajara. Aún contabilizando estos últimos, pueden contarse con los dedos de una mano los infantes nacidos en la comarca durante los últimos años. Y sobran dedos. Los últimos datan de los años sesenta.
En Puebla de Valles, el último niño nació en 1.963 y última chica en 1.966. Ambos nacimientos en casa, como siempre, con la ayuda de vecinas y del médico, que entonces atendía también a La Mierla (otras veces compartía Puebla de Valles con Valdepeñas de la Sierra).
Algunos nacimientos serán recordados siempre. Como estos dos amigos que nacieron en casas vecinas el mismo día, con 15 minutos de diferencia. O esas dos madres que en los ochenta coincidieron en la habitación del hospital para dar a luz a sus vástagos el mismo día. La historia más bella es esta de los años cincuenta: dicen que M… quiere tanto a esta tierra que nació en Puebla de Valles porque quiso.