La despoblación de los años setenta trajo consigo cambios y pérdidas irrecuperables en el acerbo cultural de La Ribera, aunque las Asociaciones Culturales están haciendo esfuerzos encomiables. Algunos pueblos quedaron desiertos entre semana y otros quedaron reducidos a menos de 5 habitantes permanentes.
Una de las consecuencias más visibles fue el cambio de fecha de las fiestas patronales de cada pueblo. Todas las fiestas se agruparon en agosto y se pasaron al fin de semana, para facilitar el reencuentro de los hijos de la tierra. Pero se tuvo en cuenta la proximidad geográfica para evitar la coincidencia de fiestas entre pueblos vecinos.
Aunque cada año hay cambios, quedaron así (s.e.u.o.):
- 1er fin de semana: Valdesotos
- 2do “ : Almiruete, Muriel, Puebla de Beleña, Puebla de Valles, Tortuero, Beleña de Sorbe
- 3er : La Mierla, Retiendas
- 4er fin de semana : Tamajon, Valdepeñas de la Sierra, Alpedrete de la Sierra
La aparición de peñas en nuestros pueblos es una consecuencia directa de la importación del fenómeno por el alcalde de Guadalajara, tras su visita a los San Fermines en los años de la transición. La escasa población permanente, la pérdida del sentido religioso y el escaso presupuesto está haciendo que las fiestas patronales se parezcan entre si cada vez más.
Las Asociaciones están haciendo esfuerzos por recuperar la pureza de las fiestas y ya lo han conseguido con algunas fiestas tradicionales, aunque otras ya son irrecuperables (ya os hablaré de ellas). En algunos lugares están apareciendo nuevas actividades (cuenta cuentos, comidas populares, cine, deportes, juegos,…) que sirven para incrementar la participación de vecinos y visitantes.
Cierto que las fiestas van perdiendo su carácter patronal, pero el objetivo de convertirlas en días de re-encuentro se ha conseguido plenamente.
Lar-ami