Los huertos de La Ribera están ahora en su mejor momento. Como cada pueblo tiene microclima propio, hay un desfase de semanas (no más de dos o tres) entre la cosecha de una misma hortaliza. De hecho, los huertos más tempranos son los de Puebla de Beleña y Puebla de Valles.
La cosecha de este año es excelente, además de abundante, en tiempo y para ser recolectada poco a poco, como debe ser. Las lluvias de primavera, el buen trabajo y el uso racional del agua han dado sus frutos.
(En esta comarca se utilizaron, hasta hace poco, manubrios y norias de fundición para sacar agua de los pozos, lo que no deja de ser singular. Una noria parecida preside en Puerto Lápice la plaza dela Venta del Quijote).
En Puebla de Valles, desde principios de julio tenemos lechugas, calabacines, pepinos y cebolletas. Hace unos días se sacaron las patatas y ahora obtenemos tomates, pimientos y berenjenas. En quince días tendremos melones y sandías.
Antiguamente se hacían conservas de tomates y pimientos para el invierno, con un aprovechamiento sostenible de los recursos que ya quisieran los economistas actuales. La costumbre está desapareciendo, aunque todavía la mantienen viva nuestros mayores.
Este año el sabor, la textura, el grado de maduración y el aspecto de las hortalizas son inmejorables; nada que ver con las verduras que encontramos en el supermercado. Están a la venta en las tiendas (Puebla de Valles, Tamajon, Valdepeñas), bares y restaurantes de nuestros pueblos; si no los encuentras, pregunta a cualquier vecino y te lo indicará.
Solo tienes que venir. ¡Te esperamos!
Lar-ami