De tradición gótica (tardío del siglo XVI), ha sufrido varias restauraciones (hablaremos de ellas otro día) que han desdibujado su belleza original. Conserva elementos de tradición mudéjar: la cubierta, los adornos de las columnas junto al presbiterio y las hiladas de ladrillo de la fachada (Andres Perez Arribas, revista Wad al hayara n.5).
Construida de mampostería, la portada con arco apuntado sobre columnas y capiteles delgados refuerza su carácter gótico. El tamaño de la torre y su curioso campanario con cuatro górgonas, magnifican las dimensiones de la iglesia, que no son las originales. La plataforma que antecede al templo y la escalinata de acceso completan el conjunto.
En el interior tres naves, separadas por pilares de sillería y arcos ojivales. Un gran arco elevado sobre capiteles vegetales separa la nave principal del presbiterio, cuadrado y con bóveda de crucería. La pila bautismal, la pileta de agua bendita y el Cristo de la Paz colgado del techo, dan personalidad a la iglesia de Valdepeñas de la Sierra. Un monumento emblemático de La Ribera, que bien merece una visita.
Lar-ami