La provincia de Guadalajara, de población escasa y repartida en más de 400 núcleos, presume de huertos gracias a la calidad de sus tierras (la despoblación permite elegir las mejores) y al trabajo de los jubilados. El huerto es el culpable de que muchos no acaben de irse y de que otros regresen en verano para reencontrase con sus raíces y con ellos mismos.
Las bondades terapéuticas del huerto (para mayores, la sociedad y la economía) están fuera de duda. Y los ayuntamientos que así lo asumen, proporcionan tierra a quien lo desee a condición de cultivarla.
Los huertos están situados en la ribera de ríos y arroyos, a las afueras del casco urbano y en diferentes áreas, pero bien comunicadas. El sistema tradicional de cultivo (surcos y quita de hierbas a base de legón, simientes propias ó plantón selecto, abono orgánico, …) y el aprovechamiento del agua son características que repercuten en la calidad de verduras, hortalizas y frutas.
Los huertos de La Ribera son especialmente fértiles, por el microclima y por la abundancia de aguas. Algunos detallen llaman la atención de este guardián etéreo:
- Ubicación dentro del casco urbano (Puebla de Beleña y Almiruete)
- Cercados por muros de pizarra (Tortuero) o caliza (Alpedrete de la Sierra)
- CD´s colgados de cercas para ahuyentar corzos y jabalíes (Beleña de Sorbe, Tamajón, Muriel)
- Algunos huertos resultan invisibles por la maleza (Retiendas, Puebla de Valles)
- Canalizaciones de fuentes, presillas, arroyos,… para aprovechar los sobrantes de agua para riego, algunas de origen medieval (La Mierla, Valdesotos, Valdepeñas de la Sierra).
Te parecerá poco interesante, pero a mi resulta revelador.
Lar-ami