En Tamajón y Retiendas el 29 de Junio marcaba la marcha de los rebaños de vacas y/o cabras hacia los pastos de la sierra. En Tortuero los machos cabríos pastaban juntos en la sierra (en las faldas del Pico Palancar y aledaños) guardados por un pastor pagado por todos. Por San Pedro bajaban al pueblo y los encerraban en la calle del Pilar, vallada en sus extremos.
Cada vecino reconocía los suyos por las marcas y los apartaba para su venta a compradores que acudían desde Valdepeñas, Uceda y Torrelaguna. Al rebaño con los machos no vendidos se incorporaban los chivos del año y al día siguiente subían de nuevo a la sierra. Una versión peculiar de «la rapa da bestas» ajustada a la realidad de esta tierra.
Lar-ami