Este juego está muy extendido en La Ribera, como señal inequívoca del origen de sus repobladores del siglo XII. Aun se conserva el viejo frontón de Alpedrete (también hay en Valdepeñas y Tamajón). Y donde no había cancha, se utilizaba una pared (de la iglesia, del ayuntamiento, del molino,…) para echar unas manos. Asi se hacía la pelota:
“Una bola de madera rodeada de lana virgen, que luego se golpeaba con un mazo para que quedara bien compacta y se rodeaba de hilo. Después se cubría con piel de oveja o de gato, a la que se le había quitado el pelo con agua de ceniza. Más tarde, la bola de madera se sustituía por un pegote de tiras de goma de recámara de bicicletas.”
En Puebla de Valles se jugaba el domingo en la explanada de la iglesia, sirviendo la pared junto al porche de frontón. Jugaban 6 jóvenes y al terminar el partido, entraban otros 6. Entre todos compraban una garrafa de vino que bebían en porrón y compartían con los hombres que acudían a verlos.
Lar-ami
4 respuestas a “El frontón”
A tus clientes les encantaría poder disfrutar de esa tradición. Es cuestión de comprar raquetas, pelotas y… el vino!
Pero ya no se puede jugar en la pared de la iglesia. Tendrían que ir a Tamajón.
Curiosa tradición en la que se mezclaba deporte, amigos y vino !!!
Como ahora !
Sin duda. Aun se conserva algo parecido pero en el juego de bolos.