El pueblo más meridional de La Ribera es muy conocido por sus lagunas, humedal protegido por la CEE, donde invernan ánades y zancudas. Curiosamente escasea el agua y en épocas de sequía la trae un camión cisterna. De hecho este problema ya se indicaba así en las Relaciones Topográficas de Felipe II, especificando que la gente bebía el agua de un pozo.
… en el siglo XVIII el médico venía desde Humanes y el boticario desde Tamajón. Algo insólito que refleja el catastro del Marques de la Ensenada de 1.751; además explica que el médico cobraba 17 fanegas de trigo al año y el boticario 16.
… en invierno las lagunas se hielan por la noche. Se debe a su escasa profundidad, apenas un metro. En veranos muy calurosos se secan.
… la Cañada Real Galiana (la soriana) se junta con el Cordel de las Merinas (la carretera de Tamajón sigue una gran parte de su trazado) en las lagunas. Aquí había un descansadero para las ovejas, aprovechando la abundancia de agua.
… aunque hay una calle y una plaza con el nombre de la Seda se desconoce el por qué. Algunos dicen que, en tiempos que no se precisan, había varias casas que se dedicaban a la cría de gusanos de seda.
Un recorrido por sus calles, antes de visitar las lagunas de Beleña, es conveniente además de relajante.
Lar-ami