El proceso de independencia de los pueblos del Común comenzó en 1.581 y se prolongó hasta 1.621 por sus muchas dificultades. Pero hay antecedentes que indican que se gestó durante años.

En la guerra de los Comuneros (1.520-23), Juan de Padilla puso a Toledo del lado de los rebeldes. El arzobispado, al que pertenecía el Común de Uceda, estaba ocupado por Guillermo de Croy, consejero de Carlos V, que murió en 1.521 sin residir en la ciudad. El comunero Antonio de Acuña, obispo de Zamora, ansiaba la sede vacante de Toledo y penetró con sus tropas en el Común en dirección a Toledo, provocando revueltas y abusos del Corregidor de Uceda con sus hombres.

Hartos de sus tropelías, los vecinos del Común se presentaron”con muchas armas ofensivas e defensivas, arcabuces, lanzas, vallestas” en la villa y colgaron de las almenas a 6 hombres del corregidor. Y todos a una voz gritaron que colgasen al corregidor Don Juan de Vigara, … “y no lo executaron por ruego de muchos hombres principales”.

Por otro lado las catástrofes azotaron esta tierra desde finales del siglo XV:

• Epidemias de peste en 1488, 1507, 1518 y 1.564.
• Heladas y sequías en 1502, 1529, 1.540 y 1.577. Fuertes lluvias en 1.573, durante 70 días, que provocaron grandes riadas.
• En 1.546 plaga de langosta y en 1.580, epidemia de gripe

Que provocaron grandes hambrunas que duraban años y que produjeron una gran mortalidad, a la vez que una fuerte devoción hacia los protectores San Sebastián y San Roque. Los deseos de independencia se instalaron en los pueblos del Común.

Lar-ami